¿A quién más le encantan sus duchas calientes...?
Usar agua caliente para preparar una excelente taza de té es ideal, pero cuando nos bañamos o nos duchamos, aumentar la temperatura puede no ser lo mejor para nosotros. Lavarnos las manos con agua demasiado caliente también es un problema. Estoy seguro de que algunos pueden identificarse con lo “relajantes” que pueden ser las duchas calientes; yo solía disfrutarlas con frecuencia, pero pueden afectar significativamente nuestra piel y cabello.
En un nivel básico, se sabe que el agua caliente causa inflamación. Los aceites naturales que produce nuestra piel pueden eliminarse, lo que provoca una piel seca e irritada. Las personas con problemas de la piel como acné, eccema o psoriasis deben tener mucho cuidado, ya que las propiedades inflamatorias del agua extremadamente caliente pueden hacer que estas afecciones sean aún más desagradables. Cuando limpiamos nuestro cuerpo, cabello y cuero cabelludo, hay cierto grado de fricción, y el agua a una temperatura demasiado alta puede llevarnos de la limpieza a prácticamente desnudarnos y rasparnos.
Al igual que ocurre con nuestra piel, el agua demasiado caliente puede privar a nuestro cuero cabelludo de su humedad natural. Tener el cuero cabelludo seco puede provocar problemas como descamación y sensibilidad. Evidentemente, cuando se habla del cuero cabelludo hay que tener en cuenta la salud de nuestro cabello. El cabello quebradizo, la rotura o incluso la caída del cabello pueden ser el resultado del aumento de calor en la ducha. Todo esto debe considerarse más allá de la ducha/baño. Cuando nos lavamos las manos o la cara debemos tener en cuenta la temperatura del agua.
El equilibrio es clave cuando se trata de utilizar la temperatura del agua. Por lo general, se recomienda tibio/tibio en lugar de CALIENTE. A la hora de limpiar nuestro cuerpo, es importante utilizar productos que humecten y que nutra nuestra piel en su totalidad. Un buen punto de partida es tomar la Cuestionario sobre alimentos para el cabello y la piel para tener una mejor idea de cómo abordar su rutina general de cuidado de la piel. Durante los meses de invierno puede resultar tentador utilizar el agua más caliente que podamos tolerar para calentarnos. Pero como mencioné en un artículo anterior, el clima frío puede secar la piel y si lo combinas con agua caliente, tienes una receta para una piel EXCESIVAMENTE seca. ¡Continúe siendo consciente de que mientras limpia su piel y cabello, no contrarreste sus esfuerzos usando agua demasiado caliente! Como siempre, que todo vaya bien en su viaje de salud y bienestar.